Ante la indignación nacional que ha provocado la
partidocracia en México, especialmente con la aprobación de reformas a los
artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, los cuales versan sobre
materia energética vital para el país; reformas que fueron aprobadas por
diputados y senadores partidócratas sin respetar los protocolos
constitucionales que para tal efecto existen, y mediante las cuales se legalizará
la explotación privada en los rubros petrolífero y de energía eléctrica, un
grupo de mexicanos (as) a través de mensajería electrónica en internet
–principalmente Twitter–, concibieron a principios de diciembre del año pasado
la necesaria instalación de un Congreso Popular para revocar la contra reforma
energética aprobada el 12 de diciembre de 2013 por el mencionado congreso
partidócrata, la cual, a juicio popular y de algunos políticos de izquierda, y
de derecha, es la más dañina de las contra reformas constitucionales que la
presente legislatura ha infligido a México, no sólo porque lesiona estratégicamente
la seguridad nacional y las finanzas públicas, sino también porque significa
una humillación en el sentir patriótico mexicano, ya que la política energética
mexicana es nuestro único baluarte soberano que había permanecido intacto, por
lo menos constitucionalmente, pues incluso el territorio lo venía controlando
el crimen organizado con la complicidad de autoridades de los tres órdenes de
gobierno en algunas zonas de guerra del país.
Con base en el artículo 39 Constitucional (que a la
letra dice: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el
pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de
éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o
modificar la forma de su gobierno), un grupo plural de mexicanos (as) de
distintas ideologías políticas; desde embajadores emblemáticos del César
vaticano, como el obispo Raúl Vera, hasta intelectuales de izquierda como Elena
Poniatowska, única princesa republicana en el mundo, orgullo mexicano; han sido
los primeros en alentar este nuevo movimiento cívico del Congreso Popular
rindiéndole prestigio y dignidad con su adherencia, e invitan a la ciudadanía a
integrarse con el fin de desconocer al Poder Legislativo partidócrata y asumir
honoríficamente las facultades Constitucionales respectivas.
Este ejercicio cívico fomenta la participación de la
ciudadanía en la res publica –la cosa
pública–, por lo que se trata de un movimiento republicano del pueblo con el
fin de cortar el yugo oligárquico impuesto por los partidos políticos sumisos a
intereses imperialistas, y convertir al Estado en uno de derecho donde impere
la justicia y la igualdad de oportunidades para todos. En esta medida, la
iniciativa es positiva porque genera en la conciencia social la necesidad de
avanzar en la construcción de una república que favorezca al pueblo y no solamente
a la oligarquía; es la evolución de una república sumisa que se transforma en
otra democrática, y la cual únicamente se materializa a través del
involucramiento popular en todos los ámbitos de la actividad política, no sólo
en el rubro electoral como la partidocracia nos tiene acostumbrados, sino
también como gobierno, en este caso el Legislativo.
Una vez cerrada la convocatoria para los aspirantes a
legislador democrático, misma que expiró a las 24:00 horas del pasado día 29,
la conformación del Congreso Popular se llevará a cabo mediante insaculación
(sorteo) el próximo día 5 de febrero, aniversario de la Promulgación de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. También se tiene
programada una manifestación de resistencia civil pacífica para el día 18 de
marzo en conmemoración de la Expropiación Petrolera de 1938. Estas son las dos
iniciales reacciones democráticas contra el entreguismo neoliberal de la
partidocracia, y seguramente se llegará en esta sedición a las elecciones
intermedias del año 2015, cuando el pueblo renueve a la Cámara de Diputados.
Según he estado informándome a través de Twitter y la
página internética www.congresopopular.org, todo el programa del Congreso Popular está realizándose
gracias a los organizadores con recursos propios y colaboraciones de
simpatizantes, por lo que también es necesaria la aportación numeraria de
quienes puedan y estén a favor de este movimiento progresista y evolucionario, porque es vía institucional.
Con este tipo de acciones democráticas que coadyuvan a
la organización civil, el pueblo de México crecerá cada día más hasta alcanzar
la madurez ciudadana suficiente para imponerse, y así será imposible que
quienes actualmente detentan el poder gubernamental ejerciendo políticas ajenas
al bien común nacionalista, continúen esclavizando a la sociedad con los
flagelos del hambre y la ignorancia, la violencia psicológica y la
discriminación mediáticas, el crimen organizado, la corrupción, la impunidad, y
la traición a la patria.