jueves, 30 de enero de 2014

Congreso Popular

Ante la indignación nacional que ha provocado la partidocracia en México, especialmente con la aprobación de reformas a los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,  los cuales versan sobre materia energética vital para el país; reformas que fueron aprobadas por diputados y senadores partidócratas sin respetar los protocolos constitucionales que para tal efecto existen, y mediante las cuales se legalizará la explotación privada en los rubros petrolífero y de energía eléctrica, un grupo de mexicanos (as) a través de mensajería electrónica en internet –principalmente Twitter–, concibieron a principios de diciembre del año pasado la necesaria instalación de un Congreso Popular para revocar la contra reforma energética aprobada el 12 de diciembre de 2013 por el mencionado congreso partidócrata, la cual, a juicio popular y de algunos políticos de izquierda, y de derecha, es la más dañina de las contra reformas constitucionales que la presente legislatura ha infligido a México, no sólo porque lesiona estratégicamente la seguridad nacional y las finanzas públicas, sino también porque significa una humillación en el sentir patriótico mexicano, ya que la política energética mexicana es nuestro único baluarte soberano que había permanecido intacto, por lo menos constitucionalmente, pues incluso el territorio lo venía controlando el crimen organizado con la complicidad de autoridades de los tres órdenes de gobierno en algunas zonas de guerra del país.
Con base en el artículo 39 Constitucional (que a la letra dice: La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno), un grupo plural de mexicanos (as) de distintas ideologías políticas; desde embajadores emblemáticos del César vaticano, como el obispo Raúl Vera, hasta intelectuales de izquierda como Elena Poniatowska, única princesa republicana en el mundo, orgullo mexicano; han sido los primeros en alentar este nuevo movimiento cívico del Congreso Popular rindiéndole prestigio y dignidad con su adherencia, e invitan a la ciudadanía a integrarse con el fin de desconocer al Poder Legislativo partidócrata y asumir honoríficamente las facultades Constitucionales respectivas.
Este ejercicio cívico fomenta la participación de la ciudadanía en la res publica –la cosa pública–, por lo que se trata de un movimiento republicano del pueblo con el fin de cortar el yugo oligárquico impuesto por los partidos políticos sumisos a intereses imperialistas, y convertir al Estado en uno de derecho donde impere la justicia y la igualdad de oportunidades para todos. En esta medida, la iniciativa es positiva porque genera en la conciencia social la necesidad de avanzar en la construcción de una república que favorezca al pueblo y no solamente a la oligarquía; es la evolución de una república sumisa que se transforma en otra democrática, y la cual únicamente se materializa a través del involucramiento popular en todos los ámbitos de la actividad política, no sólo en el rubro electoral como la partidocracia nos tiene acostumbrados, sino también como gobierno, en este caso el Legislativo.
Una vez cerrada la convocatoria para los aspirantes a legislador democrático, misma que expiró a las 24:00 horas del pasado día 29, la conformación del Congreso Popular se llevará a cabo mediante insaculación (sorteo) el próximo día 5 de febrero, aniversario de la Promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. También se tiene programada una manifestación de resistencia civil pacífica para el día 18 de marzo en conmemoración de la Expropiación Petrolera de 1938. Estas son las dos iniciales reacciones democráticas contra el entreguismo neoliberal de la partidocracia, y seguramente se llegará en esta sedición a las elecciones intermedias del año 2015, cuando el pueblo renueve a la Cámara de Diputados.
Según he estado informándome a través de Twitter y la página internética www.congresopopular.org, todo el programa del Congreso Popular está realizándose gracias a los organizadores con recursos propios y colaboraciones de simpatizantes, por lo que también es necesaria la aportación numeraria de quienes puedan y estén a favor de este movimiento progresista y evolucionario, porque es vía institucional.
Con este tipo de acciones democráticas que coadyuvan a la organización civil, el pueblo de México crecerá cada día más hasta alcanzar la madurez ciudadana suficiente para imponerse, y así será imposible que quienes actualmente detentan el poder gubernamental ejerciendo políticas ajenas al bien común nacionalista, continúen esclavizando a la sociedad con los flagelos del hambre y la ignorancia, la violencia psicológica y la discriminación mediáticas, el crimen organizado, la corrupción, la impunidad, y la traición a la patria.