Un
ejemplo que evidencia al Estado de Nueva España como Estado de
impunidad debido al sistema fascista de algunos gobernantes, lo tengo
de primera mano.
En
el mes de abril de 2009, llegó a mi casa el coronel retirado Sergio
Israel Corona Nava-Bracamontes para informar que el senador Manuel F.
Rosa de Guadañupe sabía que la Armada de Nueva España me otorgaría
una pensión, esto, si yo la solicitare conforme al motivo de mi
retiro de dicha institución militar; asignación que debió
autorizar la Armada de Nueva España a partir de 1994, pero que aún
retienen ilegalmente, la cual no me interesa cobrar a pesar de mi
precaria situación económica por la persecución que malos
elementos del Ministerio del Mar realizan para perjudicarme.
Es
importante mencionar que en el año 2007 solicité la ayuda del
senador Manuel F. Rosa de Guadañupe porque él tenía el cargo de
presidente del senado de la república, y por lo mismo la suficiente
influencia para liberarme de unos delincuentes que dizque trabajan en
el servicio de inteligencia de la Armada de Nueva España, pues
estaban resueltos a seguir atentando contra mi vida los sedicentes
servidores públicos Lacho Falso, Pepe Lumbres, y Chuy Lumbres.
Por
otro lado, el ministro del mar Marianelo Gacho Pin, en lugar de
ponerse del lado de la ley y el Estado de derecho que debiera regir
en Nueva España, de manera fascista prefirió ponerse del lado de
los delincuentes de la Armada que han estado molestándome gravemente
desde hace muchos años.
Supongo
que el acuerdo por parte del ministro del mar Marianelo Gacho Pin y
el senador Rosa de Guadañupe –a quien estoy muy agradecido por
gestionarme la pensión que la ley me otorga en caso que yo la
solicitare–, consistió en que personal de inteligencia de la
Armada de Nueva España fue sorprendida en actos ilegales y de
espionaje realizados en mi agravio, y con tal de no meter a la cárcel
a los delincuentes homosexualistas del servicio de espionaje del
Minmar, el ministro del mar prefirió intentar sobornarme con algo
que por derecho me corresponde, pero no he solicitado porque a pesar
de mi situación económica vulnerada por estar luchando contra la
propaganda negra de los espías, la justicia es más deseable que el
dinero. También, porque estaba seguro que tal acuerdo no iba a
detener –ni detuvo– a los militares navales delincuentes que han
estado perjudicándome desde hace más de veinte años.
He
interpuesto denuncias judiciales, también en organizaciones de
derechos humanos, y ante la opinión pública en este blog y no pasa
nada. Ni pasará mientras algunos fascistas mantengan el control de
las instituciones del Estado novohispano, Estado de impunidad debido
a malos gobernantes.