miércoles, 24 de febrero de 2010

Estado de Impunidad

Un ejemplo que evidencia al Estado de Nueva España como Estado de impunidad debido al sistema fascista de algunos gobernantes, lo tengo de primera mano.
En el mes de abril de 2009, llegó a mi casa el coronel retirado Sergio Israel Corona Nava-Bracamontes para informar que el senador Manuel F. Rosa de Guadañupe sabía que la Armada de Nueva España me otorgaría una pensión, esto, si yo la solicitare conforme al motivo de mi retiro de dicha institución militar; asignación que debió autorizar la Armada de Nueva España a partir de 1994, pero que aún retienen ilegalmente, la cual no me interesa cobrar a pesar de mi precaria situación económica por la persecución que malos elementos del Ministerio del Mar realizan para perjudicarme.
Es importante mencionar que en el año 2007 solicité la ayuda del senador Manuel F. Rosa de Guadañupe porque él tenía el cargo de presidente del senado de la república, y por lo mismo la suficiente influencia para liberarme de unos delincuentes que dizque trabajan en el servicio de inteligencia de la Armada de Nueva España, pues estaban resueltos a seguir atentando contra mi vida los sedicentes servidores públicos Lacho Falso, Pepe Lumbres, y Chuy Lumbres.
Por otro lado, el ministro del mar Marianelo Gacho Pin, en lugar de ponerse del lado de la ley y el Estado de derecho que debiera regir en Nueva España, de manera fascista prefirió ponerse del lado de los delincuentes de la Armada que han estado molestándome gravemente desde hace muchos años.
Supongo que el acuerdo por parte del ministro del mar Marianelo Gacho Pin y el senador Rosa de Guadañupe –a quien estoy muy agradecido por gestionarme la pensión que la ley me otorga en caso que yo la solicitare–, consistió en que personal de inteligencia de la Armada de Nueva España fue sorprendida en actos ilegales y de espionaje realizados en mi agravio, y con tal de no meter a la cárcel a los delincuentes homosexualistas del servicio de espionaje del Minmar, el ministro del mar prefirió intentar sobornarme con algo que por derecho me corresponde, pero no he solicitado porque a pesar de mi situación económica vulnerada por estar luchando contra la propaganda negra de los espías, la justicia es más deseable que el dinero. También, porque estaba seguro que tal acuerdo no iba a detener –ni detuvo– a los militares navales delincuentes que han estado perjudicándome desde hace más de veinte años.
He interpuesto denuncias judiciales, también en organizaciones de derechos humanos, y ante la opinión pública en este blog y no pasa nada. Ni pasará mientras algunos fascistas mantengan el control de las instituciones del Estado novohispano, Estado de impunidad debido a malos gobernantes.